jueves, 28 de julio de 2016

Cazadores de brujas - Reseña

Sinopsis


¿Una historia realmente termina cuando cerramos el libro? ¿Alguna vez te has preguntado de dónde vienen los cuentos o a dónde se van? Porque las historias no siempre son como nos las contaron.


En Nueva Éter, universo fantástico custodiado por las hadas, una niña ve a su propia abuela ser devorada por un lobo marcado con magia negra. Dos hermanos comen trozos de vidrio como si fuesen moras silvestres y beben agua lodosa como si fuese jugo, envueltos por la magia oscura de una antigua bruja caníbal. El barco del mercenario más sanguinario del mundo, a quien se creía muerto y olvidado, regresa de los mares con un oscuro y todavía peor sucesor. Y dos sociedades criminales entran en guerra, dando inicio a una intriga que involucrará a la familia real en tristes y profundos misterios.
Con este fantástico tomo arranca la trilogía Dragones del Éter, del autor brasileño Raphael Draccon.  No hace falta ser un genio para saber que este libro tocará algunos los cuentos con los que muchos de nosotros crecimos (¿verdad, Caperucita Roja?). Sin embargo, si eres como yo al inicio y crees que esta será una historia digna de un crossover de Fanfiction que solamente sirve para pasar el rato, estás completamente equivocado. 

Nos encontramos en una tierra de fantasía gobernada por un rey bueno y amable que además es un héroe que derrotó a las brujas y se casó con un hada. Sus hijos son perfectos, uno cercano a la nobleza y otro a la gente de a pie, cuyos destinos están hechos para que ambos se conviertan en héroes a su manera. El pueblo vive una época de bonanza, en donde el entretenimiento es gratuito y de calidad, la educación es de las mejores que hay, y en donde pocas cosas malas pueden pasar.

Hasta que regresan las fuerzas de la oscuridad y los cazadores deben volver a combatir a las brujas. ¿Y cómo creen que se dan a conocer estas maléficas señoras? Exacto, haciendo que un lobo devore a una pobre ancianita frente a su aterrorizada nieta, y hechizando a dos niños perdidos para que coman herrumbre y vidrio creyendo que son exquisitos manjares. ¿Ya nos entendimos?

Pero más allá de esta premicia tan predecible se esconden personajes muy complejos, teniendo cada uno su pasado y sus objetivos. Nueva Éter parece perfecta, sí, pero un vistazo más a profundidad nos permite encontrarnos en los bajos mundos o en la vida de los leñadores, la cual no es tan alegre como el rey Primo hubiera querido que fuera. Es una historia complicada por las muchas tramas argumentales que maneja, y aunque el final de Cazadores de brujas es un tanto abierto (es el inicio de una trilogía, después de todo), el conflicto principal de este tomo se resuelve de una manera magistral. Draccon intercala capítulos en donde el protagonista es alguno de sus personajes, otros llenos de acción y unos más descriptivos. Es un libro refrescante. 

¿Qué más encontraré además brujas, hadas, reyes y príncipes?

Pues piratas, ladrones, estudiantes y un águila-dragón (sí, esa criatura es la onda); sapos-que-antes-eran-humanos, enanos, orcos y una que otra banshee. Y semi-dioses. En esta historia no hay dioses ni diosas, pues el mismo autor afirma que estos les son tan lejanos a los habitantes de Nueva Éter que decidieron encomendar sus almas a entres más cercanos: los semi-dioses, aquellos que son responsables de que su propia historia exista.

¿Qué no me gustó?
Las descripciones. En este primer libro se vuelven muy pesadas, en especial porque el autor te lleva de la mano a descubrir su mundo y te cuenta muchos pequeños detalles que pudieron haberse ahorrado. A veces incluso te pueden llegar a confundir de lo minuciosas que son, aunque más adelante esos detalles ínfimos son los que dan los giros magistrales a la historia. Aunque, la verdad sea dicha, a veces me sentía como una niña a la que le están enseñando una manzana y se la describen con gran detalle. Sí, así de absurdas son algunas.

¿Lo recomiendo?
¡Por supuesto! 

Se trata de una historia fresca que te hará redescubrir a esos personajes que marcaron tu infancia y que hasta podría llegar a redimirlos (sí, te estoy hablando a ti, Blanca Corazón de Nieve). Tiene todo lo que debe tener un cuento de hadas, y más: acción, aventura, traición y romance. Las madrastras las dejaremos para el segundo libro, pero los piratas y las brujas se quedan. Me prometí que no hablaría de los personajes en esta reseña, pues cada uno es único y merece ser descubierto sin que yo meta mi gran cucharón en las recomendaciones, así que es tu decisión conocerlos o no. Y aunque al inicio es pesado y tedioso, recuerda que el Narrador nos está aventurando en un mundo complejo, y que todo eso valdrá la pena más adelante.

¿Qué calificación le doy?
De eso nada. Me parece una injusticia darle una calificación a cualquier libro que esté dentro de mis favoritos (por algo lo agregué a esa lista, ¿verdad?). Sí, tiene sus fallos, pero aún así se ganó un hueco en mi corazón.

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